Actualmente, la orientación psicológica considerada científicamente comprobable y eficiente es la orientación denominada “Cognitivo-Conductual”.
Este modelo de intervención pone énfasis en las relaciones entre los aspectos cognitivos, conductuales y emocionales del problema, es decir:
- De qué manera interpretamos las situaciones dificultosas, qué atribuciones hacemos de estas dificultades, qué tipo de pensamientos nos invaden es estas situaciones: Aspectos Cognitivos.
- Qué conductas llevamos a cabo en esas situaciones: ¿las evitamos?, ¿las abordamos impulsivamente?, ¿nos bloqueamos?, ¿huímos cada vez más de situaciones concretas?: Aspectos conductuales.
- Cómo reaccionamos emocionalmente a todo esto, cómo nos sentimos: Aspectos emocionales.
A lo largo de la Evaluación y el Tratamiento se tratan de distiguir los diferentes estímulos y factores que mantienen la conducta problema. Es importante diferenciar entre lo que ha hecho que el problema aparezca (Factores precipitantes) y lo que hace que el problema se mantenga (Factores de Mantenimiento), por lo que es necesario evaluar minuciosamente la situación para identificar concretamente qué está manteniendo el problema en la actualidad.
Las características más importantes de la orientación psicológica, llamada cognitivo – conductual son:
- Se trabaja en el presente, en el “aquí y ahora”.
- Se va directamente a la resolución del problema, a la forma de lograr los resultados deseados.
- Paciente y terapeuta se comunican y colaboran activamente y por igual en el proceso.
- La terapia incluye tareas a realizar entre sesiones.
- Si el paciente realiza las actividades acordadas entre las sesiones, el tratamiento es más breve de lo habitual en otras corrientes. Se trata, pues de terapias destacadas por su brevedad.
- A pesar de tratarse de un método breve y sencillo, con él pueden lograrse cambios importantes y duraderos.
- El tipo de enfoque es completamente didáctico, por lo tanto el paciente queda entrenado para resolver futuros problemas o trastornos por sus propios medios, sin tener que recurrir nuevamente y cada vez al terapeuta.
- A su eficacia terapéutica se le suma su eficacia como forma de prevención de futuros problemas.
Cómo se estructura el Tratamiento
Si bien ya desde la primera sesión terapéutica se empieza a trabajar el problema que origina la demanda del paciente, por lo general, un tratamiento psicológico se estructura en tres episodios bien diferenciados:
- La Evaluación
- La Fase de Intervención: en esta fase se realiza un trabajo de cooperación entre paciente y terapeuta.
- La Fase de Seguimiento.
El cambio que se obtiene con este tipo de tratamientos es resultado de este maravilloso arte de hacer terapia. El éxito que se alcanza no es un milagro que ocurre azarosamente, sino algo que conseguimos y provocamos con plena confianza y conciencia para que vaya ocurriendo día a día.